Basta ver el video despedida de Baskonia, equipo con el que fue campeón y MVP de la última temporada en ACB, tras el anuncio de que Luca Vildoza jugará en los New York Knicks de la NBA.

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La historia de Luca es conmovedora como una canción de Los Redondos o del Indio con las que él suele describir sus estados de ánimo en las redes.

Luca es nacido y criado en el Club Atlético Quilmes de su Mar del Plata natal. Debutó a los 16 años en Primera y el equipo descendió. Así empezó en el básquet, el mismo año en que jugó el Mundial U17 y FIBA comparó uno de sus dobles a Australia con una jugada de Michael Jordan.

Luca Vildoza imita a Jordan en el Mundial U17

Ya en su Quilmes se erigió como base casi titular y al año volvió a la élite de nuestro básquet. Esto hizo en uno de sus primeros clásicos ante Peñarol: un triplazo desde 20 metros sobre la chicharra. Encabezó una remontada épica para quedarse con el clásico, lo gritó con el ama y arengó a la tribuna con solo 16 años. Esa noche ganó Quilmes y él empezó a construir su liderazgo e idolatría.

Mirá el tremendo triplazo de Luca Vildoza de anoche desde 20 metros

Atrás habían quedado sus lesiones, la de las dos muñecas, y la expuesta de cúbito y radio. Las dos en un año que casi lo hacen dejar el basque (sin T). Porque Luca y familia son de basque -el padre fue campeón de Liga con Peñarol- pero desde chico cuando a los 8 o 9 años ya hacía una diferencia tremenda supo que su vida sería la pelota naranaja. Y como aprendió que el que abandona no tiene premio...

Luca tiene altos niveles de ricoterismo en sangre: postea frases, canciones o comparte publicaciones del Indio Solari. Con sus últimos dos temas nuevos me dijo "tremendos, se te caen las lágrimas".

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Tweet de Luca Vildoza

Como cuando se fue a los 21 de Quilmes y lloró en un poli repleto para despedirlo. En realidad, los últimos partidos de esa temporada la gente iba a verlo a él porque sería su despedida antes de partir a Baskonia. En 2016, el equipo español lo había comprado y lo dejó un año en Quilmes.

Luca prometió salvar a Quilmes del descenso antes de emigrar; no solo cumplió, sino que lo clasificó a Playoffs. Y más: ganó la serie ante Bahia Basquet. Entonces, tuvo que jugar con Ferro las semifinales (recuerdo un tuit de Baskonia en la semana felicitándolo y avisando que lo esperaba); aquella noche del partido definitorio en Caballito había centenares de cerveceros que habían viajado desde Mar del Plata y el Etchart era un infierno. Hasta la barra de Ferro entró. Fue la noche de los 40 y pico de puntos de Eric Flor; Luca anotó otros 30 y algo. Quilmes metió otro batacazo, ganó y se metió en las finales de Conferencia de Liga Nacional ante San Lorenzo.

¡y Luca no se iba ja!

A la semana, en Mar del Plata el Cuervo multicampeón del Penka Aguirre, Gaby Deck y Tinelli barrió al Cervecero y Luca lloró. Lloró su abuela y otros miles con él, así: "Hasta las lágrimas: la emotiva despedida a la joya de nuestro básquet antes de irse a España".

Por fin se fue a Vitoria y en la primera temporada "la pateaba". Admitió que sufría en lo físico por la intensidad. Y en Euroliga más aún. Hizo un laburo especial, físico y mental, y empezó la dieta de los deportistas de élite. Y afinó su motor para exigirlo al extremo. En junio de 2018 jugó una serie final de Liga ACB ante Real Madrid. Hacía 8 años que Baskonia no jugaba por el título pero perdió en quinto partido.

A la temporada siguiente, con más protagonismo aún clasificó al equipo del norte de España a los cuartos de final de Euroliga. Pasaba por un momento notable de juego virtuoso. Este robo, pase de faja y puente aéreo, elegida en 2019 como una de las mejores de la temporada, es una locura y pinta de cuerpo entero su estilo.

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Jugó en Atenas, Moscú, Madrid, Barcelona y Estambul. Se enfrentó a los más pesados y mejores con el talento silencioso pero soberbio de su basquet. Jugó el Mundial de China 2019 en un alto nivel, a la par de Campazzo y Laprovittola. Se destapó con sus triples en los partidos más bravos, el de cuartos de final contra Serbia -convirtió 11 puntos- y en la semifinal ante Francia, donde aportó 10.

La que sería su última temporada en España la arrancó con molestias, lumbares primero, y en el hombro después. Decidió operarse, hizo la recuperacióna adecuada que demandaría tres meses e incluso el parate por pandemia lo benefició. Cómo volvería, era la duda.

En la burbuja de las finales de la ACB demostró que estaba intacto y en sus manos tuvo el último tiro para ganar la Liga ante el Barcelona de Mirotic. Lo eligieron MVP y dejó una frase para la historia: "Somos campeones la puta madreee".

Así se hizo un lugar en el gran póster de Baskonia donde también están Scola, Sconochini, Prigioni, Nicola, Oberto y Nocioni y otros gigantes del básquet europeo.
 

Llega a la NBA a cumplir su sueño. Llega con 25 años y la diversión de la sonrisa con la que juega al basquet. Como juegan los chicos criados en los clubes de barrio de este ispa y que crecieron, como Vildoza, al calor de la Generación Dorada. Y vaya si asumieron el legado.

“¿Con qué canción vas a entrar al Madison?”, le pregunté y al otro lado del océano sonríe: “Juguetes perdidos”. 

Banderas en tu corazón Luca...
queremos verlas.