Una verdadera batalla campal se vivió en el ascenso, por el pasaje a la final del Reducido de la Primera D, donde Leandro N. Alem cayó de local y por penales ante Juventud Unida, y sus hinchas invadieron la cancha para agredir a todo el mundo.

La parcialidad local estaba fuera de sí por la eliminación de su equipo, y entonces una banda de violentos se metió en campo de juego para golpear a los jugadores visitantes. Inmediatamente se sumó la policía, y la gresca se volvió interminable.

La ligaron todos, hasta los allegados de la delegación de Juventud Unida. Hubo golpes de puño, represión, lluvia de piedras, gases lacrimógenos y muchos heridos. Por suerte, no hubo ninguna víctima fatal.

El conjunto visitante había caído 3 a 0 ante su gente en el encuentro de ida, pero en la vuelta, pudo vencer 5 a 2 para forzar la definición en los penales. Allí, los rojiblancos estuvieron más precisos que los dirigidos por Carlos ‘El Lobo’ Cordone, y por eso se ganaron un lugar en la final frente a Yupanki, que otorgará una plaza para jugar en la C.