"Haremos los reclamos pertinentes para pedir que se nos reconozca como entidad de bien público y evitar los sinsabores que las empresas de servicios públicos privadas en nuestro país nos causan con sus ambiciones de ganancias desmedidas, gracias a todos!", reza el desesperado posteo en la cuenta de Facebook del club de Haedo. 

En los 84 años de vida de Centro Español nunca sucedió nada igual: que el Estado en vez de colaborar sea un estorbo para el normal desarrollo del club.

Lo dicen los integrantes de la Comisión Directiva que denunciaron que fueron excluidos del régimen especial que les permitía tener un alivio en las tarifas de servicios públicos.

"Lamentamos informar que por unilateral decisión del ex Ministerio de Energía, se nos ha excluido del régimen tarifario que permitía un importante descuento en las tarifas de gas. Por ello hemos recibido la nueva facturación con un importe mensual de $ 67.999,50", precisan.

Impagable

Pablo Apezteguia, vicepresidente de Centro Español, explicó a El Cactus -portal informativo del Oeste-, que "el ex ministro de energía dio de baja todas las tarifas sociales otorgadas a determinado grupo de instituciones, y ahora se las obliga a reinscribirse bajo otra nueva normativa, que deberá revalidarse una vez por año".

El vice resaltó cuál es el problema principal: "Mientras uno haga el trámite y lo aprueben, cobrarán la tarifa completa". 

El club, donde los pibes del barrio pueden practira fútbol, básquet y natación -entre otras actividades-, cuenta con casi 500 socios que pagan una cuota mensual de $150.

Además, Centro Español también brinda servicios a un centro de día para personas con discapacidad y presta sus cancahs a varios colegios de la zona para que los chicos hagan gimnasia allí. 

¿Cómo ajustarse?

La primera actividade que sufrirá las consecuencias erá "la natación" explicó Apezeguía, ya que "el mayor consumo de gas lo tenemos al climatizar la pileta".

A su vez aclaró que "la pileta nos genera ingresos que mantienen otras actividades. En definitiva, sin la pileta es muy complicado llevar adelante al resto".

Posdata: los clubes de barrio se mantienen en su gran mayoría por el trabajo ad honorem de exjugadores y padres de chicos de los propios clubes. El reclamo es que el Estado no sea otra piedra más en el complicado camino para mantenerlos de pie ¡vivos!