Frustración. Decepción. Amargura. Impotencia. Vergüenza. Sensaciones negativas solamente invaden el cuerpo de Cristiano Ronaldo luego de la paliza que Portugal, su selección, recibió de parte de Alemania en su debut mundialista. Un 4-0 en contra, para quien se cree el mejor de la historia, no debe ser fácil de digerir.

Las imágenes evidencian lo mal que cayó en el seno del plantel teutón una derrota sin atenuantes. Y CR7, vigente Balón de Oro, no pudo siquiera disimular sus penurias una vez consumado el fracaso de su equipo.