Guillermo Vilas tuvo su mejor momento como tenista profesional en 1977 y en ese año podría haber sido número uno del mundo. En una investigación, el periodista argentino Eduardo Puppo le presentó más de mil hojas a la ATP solicitándole que revea la historia y le otorgue a Vilas ese primer puesto mundial.

"La ATP hoy tiene todos los elementos que no tenía en la década del 70 pero no quiere reconocerlo" señaló Puppo, quien le envió más de 1200 pruebas demostrando que el marplatense debió superar en puntos al estadounidense Jimmy Connors, número uno en ese período.

En aquellos años, los rankings no se publicaban con la periodicidad actual y durante cinco semanas la ATP no dio a conocer ningún listado de tenistas: "Es más importante lo que hizo un jugador en la cancha que una decisión de un empleado o de un ejecutivo de la ATP para publicar o no los rankings. Esto no debería ser condicionante para reconocer a un jugador que fue número uno y no fue publicado en el ranking" dijo Puppo.

El dato que llevó al periodista a hacer la investigación fue que en 2007, la WTA determinó que Evonne Goolagong Cawley debió ser número uno por delante de Christ Evert durante dos semanas en 1976 y modificó sus historiales dandole el merecido puesto a la australiana.

La respuesta de la ATP no se hizo esperar y fue publicada por el diario The New York Times: "Es algo muy importante para un jugador, por eso no nos hemos tomado este tema a la ligera. Pero en cierto punto esta es la decisión que tenemos que tomar. Quería empaparme en el proceso y estar seguro de que están las bases cubiertas de la investigación. Estoy 100% seguro o muy cercano al 100% que es imposible reescribir la historia" dijo el birtánico Chris Kermode, mandamás de la ATP.