Al día siguiente de superar el momento más importante de su carrera, Federico Carrizo admitió no estar al tando de cuántos penales habían pateado hasta el momento y por eso no salir a festejar efusivamente tras convertir su gol.

Con el penal convertido del 'Pachi', Boca eliminó a Nacional de Uruguay y accedió a las semifinales de la Libertadores. "No sabía que si convertía, pasábamos de ronda. No me di cuenta, estaba mareado ya. Por eso el festejo", aseguró, insólitamente. El ex Rosario Central agregó: "No sabía cuántos habíamos pateado por los nervios. Gracias a Dios salió todo bien".
 

En diálogo con Jogo Bonito, el extremo manifestó que la definición no se trató de azar o suerte. "No coincido que los penales son suerte. Hay que practicarlos. Creo que hicimos mejor las cosas que ellos. El equipo está sólido y unido", comentó. Por último, opinó que jugar en la Bombonera es un plus: "Siempre es importante jugar de local. En los momentos claves la gente nos ayuda mucho".