Sucedió durante el triunfo por 2 a 0 de México sobre Honduras, en un partido correspondiente a las eliminatorias del Mundial de Rusia.

Allí, el mediocampista Luis Fernando Garrido sufrió una terrible lesión en su rodilla: rotura de los cuatro ligamentos de la rodilla.

Por la lesión, el hondureño estará cerca de un año fuera de las canchas.