Cuando apareció en Boca parecía que no tenía techo y podía ser un jugador de selección o de brillar en Europa. Pero se fue quedando, varió varias veces de posición, o se afirmó en ninguna, y deambuló por distintos equipos sin identificarse con uno en particular. Ahora Sánchez Miño, después de su breve paso por el Elche suena para firmar con Estudiantes y López estalló.

Llamó la atención la dureza con la que trató al zurdo, al que castigó por "no saber marcar", "no jugar un partido bien" y "no tener posición" lo que demuestra que lo hecho en Independiente no fue del agrado de Gustavo López.