La sensación es unánime: Boca se prendió en la pelea por el campeonato. Sin jugar bien y con un sinfín de conflictos internos, los dirigidos por el Negro Ibarra, vencieron a Atlético Tucumán y esperan confiados a River, con la esperanza de que un triunfo en el clásico los encamine al título.

Pero Gustavo López fue más allá y no se quedó exclusivamente con la victoria, y destacó algo que no suele ser muy valorado por el periodismo: la importancia de sus divisiones inferiores.

Los tantos de Langoni pusieron el ojo sobre el delantero, como había ocurrido anteriormente con el Changuito Zeballos o Luis Vázquez, por lo que López ponderó lo que pocos tienen en consideración.