En España la nueva camiseta que usará la selección de fútbol en la próxima Copa del Mundo generó una polémica que no hace más que evidenciar la división política y cultural del país.

Es que la empresa alemana Adidas dio a conocer las casacas 'noventosas' -entre ellas la de Argentina que ya lució Messi-, que los países usarán en Rusia y la de la 'Roja' tiene un color más. 

En el intento por volver a vestir a las selecciones como en los mundiales de 1990 y 94, la casaca española sumó los diamantes amarillos y azules a su rojo predominante, que para la marca deportiva "representan la velocidad, la energía y el estilo del fútbol que se asocia con el combinado nacional español". 
 


Sin embargo, la opinión pública, los medios y hasta los políticos opinaron de la remera.

¿Por qué? Porque a pesar de que se mencione como "azul" a uno de los benditos detalles, la casaca luce un tono morado, que es uno de los colores que llevaba la bandera de España en su etapa de República. 

Ese período democrático que duró solo ocho años, entre el fin de la monarquía de Alfonso XIII en 1931 y la instauración del franquismo, a partir de 1939.

En la península, el morado representa el rechazo al sistema político de la realeza, y hay quiénes lo interpretan así.


Toda remera es política


Pablo Iglesias, líder del partido de tendencia de izquierda y republicanista Podemos, celebró la aparición de la nueva vestimenta. 
 

En cambio, el diputado de Ciudadanos, más conservador, se mostró incrédulo por la nueva vestimenta. 

El hecho, haya sido intencional o no -¿acaso la empresa alemana Adidas lo utilizó como estrategia de marketing?-. no hace más que evidenciar las diferencias en España y el rechazo de la clase política dominante a cualquier intento de reforma a lo impuesto desde hace casi 80 años con la tiranía de Franco.