Ramón Díaz no abandona su idea de jugar con un clásico número diez, un armador de juego, alguien capaz de crear lo impensable y los dirigentes del Vasco da Gama le dieron el gusto cuando fueron a buscar al francés Dimitri Payet, en una de las contrataciones que más llamaron la atención del último mercado de pases.

Como era de esperar el ex Olympique de Marsella necesitó su período de adaptación a un fútbol diferente, pero en esta última fecha empezó a mostrar por qué se fijaron en él.

No solo fue la figura de la cancha -empezando como una especie de wing izquierdo para terminar como un clásico enganche- sino porque sentenció el duelo con el Fortaleza de Vojvoda con un zurdazo que decretó el uno a cero para que los de Ramón se alejen del peligro del descenso.