Hay tanto para analizar que es difícil establecer un orden de prioridades. Primero hay que ver el estado del campo de juego, donde el escaso césped se pierde entre tanta tierra suelta que se levanta con el correr de la pelota. Después hay que observar la inusual situación en la cual un equipo hace pases en su campo sin que aparezca ningún rival para intentar sacarles la pelota.

También hay que considerar el increíble gol en contra que aun queriendo hacerlo es complicado de realizar, y por último el extraño giro del tanteador que estaba 5 a 0 y mágicamente se convirtió en un 4 a 1.

Todo parece posible en el poco destacado fútbol de la India, aunque con tantas apuestas dando vueltas sobre el deporte no sería extraño que surjan las sospechas.