La Copa del Mundo es la gran vidriera para que los jugadores puedan mostrar su valor y destacarse para ser considerados por los mejores equipos de Europa.

Claro que antes deben vencer los nervios de saber que un país está expectante por sus movimientos y que cada error puede ser recordado de por vida.

El delantero marroquí Ezzalzouli es uno de los tantos a los que la ansiedad y la presión del debut mundialista los traicionaron, y cuando intentó un pie a pie a pura habilidad, se pasó de velocidad y se olvidó de llevarse la pelota.