Novak Djokovic aprovechó una detención durante su partido ante Joao Sousa por mal tiempo para divertirse con uno de los alcanzapelotas del torneo francés, quien sorprendido disfrutó un momento único.

Roland Garros, el segundo Grand Slam del año, fue la cita para una nueva locura del tenista serbio, quien suele hacer todo tipo de bromas.

En una interrupción no dudó en invitar a su silla de descanso a un ball-boy, quien debajo de un paraguas se dio el lujo de brindar con el número dos del mundo, en una acción que en estos momentos da la vuelta al mundo.