La alegría por el título obtenido en Qatar todavía le da calor a los hinchas del seleccionado, que tienen en la gloria eterna a los que hicieron posible levantar la tercera.

Uno de ellos es Ángel DI María, quien pasó de la crítica despiadada al amor incondicional, en esos periplos redentorios que tan bien maneja Hollywood para retratar la caída y el ascenso de un ídolo.

En una charla con Sebastián Vignolo, el Fideo le adelantó que ya no piensa en la próxima Copa del Mundo, pero que no pierde las esperanzas de ser parte de la Copa América que viene.