El Saint Étienne se metió solo en problemas que lo llevaron a tener que disputar una eliminatoria a ida y vuelta por la permanencia al haber quedado antepenúltimo (18º) en la última Ligue 1. Allí se encontraría con el Auxerre, que quedó tercero en la última Ligue 2, donde Toulouse y Ajaccio consiguieron las dos plazas de ascenso directo.

El partido terminó 1 a 1 repitiendo el resultado de la ida, lo que llevó a los penales. Y cuando Auxerre anotó el último disparo, que decretó su ascenso y el descenso de Saint Étienne, miles de hinchas locales ingresaron al campo de juego del estadio Geoffroy-Guichard, apuntando sus bengalas hacia la tribuna del Auxerre.

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