Este miércoles, Colón perdió 2-1 ante Peñarol en Montevideo por la última fecha del Grupo G de la Copa Libertadores pero igual el equipo argentino avanzó a octavos de final como líder.

Lo más importante no estuvo en la cancha sino en las tribunas a los 15 minutos del segundo tiempo. Allí, el partido debió frenarse por los graves incidentes entre las hinchadas que sucedían en una de las tribunas del estadio Campeón del Siglo. 

Fue así: un grupo de hinchas de Peñarol corrió hacia el sector en el que estaba ubicada la parcialidad de Colón, rompieron una puerta -¿o se la abrieron?- y quedaron cara a cara con los santafesinos.

Hubo piñas, corridas y se lanzaron proyectiles de ambos lados. Mientras tanto, desde el campo de juego, jugadores de los dos equipos intentaban calmar los ánimos. El árbitro brasileño Anderson Daronco había decidido parar el juego ni bien advirtió los incidentes y se mantuvo en constante diálogo con los cuerpos técnicos de ambos equipos.

Así se libera una zona

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La batalla duró varios minutos y obligó a las fuerzas de seguridad a intervenir. Recién cuando se pudieron garantizar las condiciones de seguridad, el partido pudo continuar.