Sucedió a los 32 minutos del primer tiempo, luego de otra falta de uno de los jugadores de Bayer Leverkusen.

Germán Burgos, ayudante de campo del Atlético, cruzó insultos con el técnico alemán Roger Schmidt. El cuarto árbitro se interpuso hasta que llegó Simeone, también para insultar. Hay que verle la cara al asistente.

Por suerte para él y para los tres -aunque podrían recibir sanciones-, la cosa quedó solo en insultos.