La situación es insólita en un equipo profesional, tal vez nunca vista en el fútbol mundial, pero le sucedió al "loco" Bielsa. Su equipo perdía 1 a 0 contra el Montpellier y André Ayew, el diez del Olympique de Marsella, sufrió un corte en su cabeza.

Al jugador le pusieron un vendaje y le cambiaron la camiseta ya que no puede tenerla manchada de sangre. En el entretiempo le cambiaron las vendas y, apenas empezado el complemento, la segunda casaca se manchó también. El árbitro pidió que se cambie nuevamente la camiseta pero la utilería del club había llevado solo dos juegos.

El técnico argentino enloqueció por lo que estaban demorando sus asistentes, quienes intentaban convertir el número 33 en 10 con cinta. Algo imposible. Entonces Bielsa debió sacar de la cancha a Ayew luego de varios minutos con un hombre menos.