Los objetivos eran, de acuerdo a la inteligencia ucraniana, una mezquita, una sinagoga, una institución de recaudación de impuestos, instalaciones de control sobre las autopistas y muchos otros lugares, informó la agencia de noticias EFE.

El sujeto llegó a Ucrania en busca de una gran partida de armamento, consciente de que el país es desde hace poco más de dos años escenario de un conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas pro rusos en el este del país.

Los servicios de espionaje ucranianos pusieron en marcha la operación, que culminó el pasado 21 de mayo con la detención del sospechoso, cuando fueron informados que un hombre de nacionalidad francesa se interesaba por la compra de armas.

El hecho, junto a las advertencias del Departamento de Estado norteamericano a sus ciudadanos sobre el "riesgo de una amenaza terrorista" en Francia, y del servicio de inteligencia alemán, que alertó sobre las intenciones del Estado Islámico (EI) de poner el evento deportivo "en su punto de mira" atizan el estado de alerta en el país galo.

Este domingo, el presidente de Francia, Francois Hollande, señaló que "por desgracia la amenaza de un atentado en la Eurocopa existe" y que esta amenaza "estará presente por un largo tiempo", tras precisar que "hay que adoptar todas las garantías" para que el evento "sea un éxito".

En noviembre de 2015, el estadio de Saint Denis, que albergará el partido inaugural y la final de la Eurocopa, fue uno de los objetivos de la serie de ataques del Estado Islámico contra varios lugares de esparcimiento en Francia, que incluyeron la sala de conciertos Bataclan y dejaron 132 muertos y cientos de heridos.