La noticia fue furor en las redes y varios cibernautas salieron a desmentir la imagen donde se ve el escudo en el capot. Explicaron que la foto fue trucada y que el Rolls-Royce tuneado "a lo Boca" no existe.

La historia original contaba que el auto pertenece a un hombre que vive en Verona y que para expresar su fanatismo por la institución de la Ribera, pintó la carrocería de azul y amarillo y le estampó el escudo del club en el capot.

¿Cuál será el verdadero Roll-Royce?