Se jugaba el quinto partido de la poderosa liga griega y el Panathinaikos se consagraba campeón en el estadio de su clásico rival, el Olympiacos.

Pero el 'Verde' no pudo festejarlo en la cancha porque a dos minutos del final, los hinchas más radicalizados comenzaron a arrojar pirotecnia contra el banco de su eterno rival, forzando la suspensión definitiva del encuentro. 

Otro escándalo en el básquet griego y no es el primero. Así se vive el clásico de la pelota naranja en Atenas.

El año pasado sucedió exactamente lo contrario y los jugadores de Olympiacos debieron refugiarse enseguida en la manga que conducía al túnel tras ganar el título en la cancha rival en la última bola