En noviembre de 2013 Daniel Chain, el ministro de Desarrollo Urbano de la ciudad de Buenos Aires junto con Hernán Lombardi, ministro de cultura prometieron, en un acto público, que la sala Lugones del Teatro General San Martín iba a estar nuevamente en funcionamiento "en el mes de julio de 2014". Hoy, a 18 de agosto, la sala permanece cerrada y las obras todavía no empezaron.

El estado de la sala es precario, según informan desde el diario La Nación que pudieron visitar el lugar abandonado.  Ya existe una comunidad en Facebook que se llama "Reabran la Lugones" como así también en la web Chang.org donde se le solicita al ministro Lombardi que acuse recibo de las promesas incumplidas.

Incluso, la filial argentina de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica expresó su apoyo a la solicitada lanzada para la reapertura de la sala y solicitó "precisiones por parte del gobierno de la ciudad" en un tema que "afecta a un núcleo fundamental de la cultura porteña".

Además de la sala Lugones, hay otras obras del complejo teatral que están sin terminar o que tampoco empezaron como la sala de ensayo del Ballet o la zona de talleres.

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El texto de la petición completo:

Petición dirigida a: Lic. Hernán Lombardi

Reabran la Lugones
Los firmantes, conjunto integrado por actores sociales, periodistas, críticos de cine, realizadores, productores, representantes de la cultura, funcionarios públicos, hombres de derecho, constitucionalistas y cinéfilos, hacemos llegar por este intermedio a las autoridades del gobierno de la ciudad de Buenos Aires nuestra preocupación por el estado de refacción programada en la Sala Leopoldo Lugones, del Teatro San Martín - Complejo Teatral de Buenos Aires.
“La Lugones”, como la ciudad la conoce desde hace décadas, es un espacio esencial en la circulación cinematográfica. Allí, al amparo de incontables ciclos organizados de manera regular desde 1967 por la Fundación Cinemateca Argentina, cientos de miles de personas accedimos a una inconmensurable propuesta cinematográfica, que no podría ser vista en Argentina de otra manera que no sea en La Lugones. La sistemática y cuidada propuesta de la sala nos permitió conocer, incorporar, asimilar y procesar cines de todo el mundo y todas las épocas. Nuestro gusto cinematográfico, nuestra inquietud y búsqueda de propuestas novedosas, se forjó en aquella sala oscura del piso 10. Se gestaron, incluso, películas: el cine argentino no hubiera sido el mismo si la mayoría de sus realizadores de valía no hubieran aprendido cine en La Lugones. En los últimos años se acrecentó aún más la potencia multiplicadora de la sala al incorporarse al material muchos de los mejores estrenos independientes y de arte, nacionales y extranjeros.
En noviembre de 2013 el ministro de cultura de la ciudad, Ing. Hernán Lombardi, informó que, en el marco del plan de puesta a punto integral del Teatro San Martín se daría comienzo a las obras de restauración de la sala durante el mes de febrero de 2014 y que las mismas estarían terminadas en el mes de julio de mismo año. Desde ese momento no se avanzó en ninguna tarea de reparación. El 10 de agosto, de acuerdo por lo informado en una nota publicada en el diario Página/12, nos enteramos que las obras no habían siquiera comenzado y que un problema en la licitación originó la demora en las tareas.
Nos preguntamos: ¿cuándo se adjudicará la obra correctamente? ¿Cuándo se comenzará a trabajar? ¿Cómo se mensuran los daños y costos materiales e inmateriales ocasionados por los meses que inútilmente se cerró la sala y se interrumpieron las proyecciones? Teniendo en cuenta que los ciclos no son fáciles de curar y organizar, ¿cuántos ciclos acordados para la segunda mitad de 2014 deberán suspenderse? ¿Cuántos estrenos nacionales previstos para este período dejarán de producirse? La preocupación es mayor porque la situación no parece ser la de una demora razonable en una obra, que como siempre puede acarrear situaciones no contempladas. Se anunciaron las refacciones con fechas concretas y se adjudicó el trabajo, sin que lo formal estuviera correctamente conformado.
Ahora hay que esperar la solución al problema burocrático y contar con buena voluntad para que la sala vuelva a estar funcionando “lo antes posible”, sin ningún tipo de precisión. ¿Es consciente el gobierno de la Ciudad de la trascendencia que esa sala tiene para la cultura porteña y la vida de la ciudad? No puede reemplazarse la actividad de la sala con otras de propiedad pública volcadas a estrenos comerciales y precios de mercado. Lo público no es sólo cuestión de propiedad, es también una consideración en relación a las funciones que ese espacio tiene en el contexto de una sociedad compleja.
La Lugones es una referencia que presenta un cine de una potencia inusitada, de una calidad no frecuente en otras salas de la ciudad, con una variedad de miradas, de poéticas, de propuestas y culturas, que no podemos tener cerrada por el término de un año por lo que parecen ser impericias burocráticas. Nuestra intención no es sólo poner el foco en la situación planteada, reclamamos la urgente definición de proyecto y plazos para la pronta puesta en funcionamiento de La Lugones, así como que se informe públicamente de los mismos. La república encuentra su esencia en la publicidad de los actos de gobierno y nuestra Ciudad, organizada como democracia participativa, nos brinda herramientas para defender lo nuestro.
De ser necesario, utilizaremos esas herramientas. Es por ello que, en los términos del artículo 7° de la Ley 104 solicitamos que en el plazo de diez (10) días se nos provea la siguiente información:
(1) Si se ha tomado formalmente la decisión de cerrar y por cuanto tiempo la Sala Lugones, debiendo hacérsenos entrega de copia certificada del acto administrativo pertinente, así como del expediente administrativo en el que fue dictado;
(2) Si se ha firmado contrato para la remodelación de la sala, explicitándose modo de contratación, duración, términos y condiciones. En particular, peticionamos que se expida copia certificada del mismo (en su caso, testando los datos que puedan considerarse alcanzados por los límites previstos en el artículo 3° de la Ley 104).
(3) Pedimos asimismo copia de las constancias sobrevinientes a las indicadas en los acápites (1) y (2) que hubieran podido significar una modificación delos planes originariamente previstos.
Confiamos en que su interés en la cuestión hallará el modo de que esta insólita situación no perdure de manera indefinida. De mantenerse el cierre de La Lugones al tiempo que no se avanza en las obras, haremos uso de todas las herramientas constitucionales y legales a nuestro alcance para defender los bienes que Ud. especialmente se encuentra obligado a proteger.

Podés firmar acá para solicitar la reapertura de la sala Lugones.