Los habitantes de Chivilcoy, o quienes permanecen desde 1939, no entendieron a Cortázar. Aunque bien podría darse a la inversa. Mientras una cabeza inquieta inventaba historias, algunos lo marcaron como "traidor" por negarse a besar el anillo del obispo católico de turno, en un acto escolar.

Cortázar marcó sus iniciales de manera imaginaria en la ciudad, pero sus páginas editadas le dan la misma veracidad que una foto. En su cuento "Distante Espejo", cuenta su visión de los locales y su cariño por las personas que lo acompañaron en su rutina.

Con apenas 25 años, se asentó en la ciudad ubicada en dirección oeste desde la capital, y dio clases de Historia, Geografía e Instrucción Cívica, aunque habíaa obtenido un título en Letras. Un grupo de alumnos, y algunas personas que rodearon sus días en aquel pueblo, reconstruyeron lo que fue su estadía y sus afectos.

Se trata de un cortometraje realizado por "La Bici Audiovisual", sus realizadores Ignacio Oteiza y Agustín Manavella, a partir de la idea y producción de Florencia Vaccari.

Mientras forjó amistades profundas y productivas con un joven cineasta local -Ignacio Tankel- con quien co escribió el guión de la primera película realizada íntegramente en la ciudad, la presión social, religiosa y de los sectores de derecha gobernantes no perdonaron una muestra de principios tan fuerte frente a la autoridad eclesiástica.

Hoy, un gran trabajo de la secretaría de Cultura municipal resalta la importancia de su paso por el pueblo, donde incluso se creó una plaza y una muestra permanente para mantener vivas sus obras.