Es una práctica no tan fuera de lo común la de pintar un cuadro sobre otro.  Muchas veces el artista no está conforme con el primer resultado, o carente de materiales decide volver a utilizar el lienzo. Ahora bien, encontrar un Picasso debajo de otro Picasso no es algo que pase todos los días.

Se trata del cuadro La habitación azul- de la Colección Phillips- que fue sometido a rayos infrarrojos y se descubrió- esta vez con verdadera nitidez-  que había otro "cuadro fantasma" diluido ante los trazos de la actual pintura. En 2008 se había podido vislumbrar una presencia humana en el cuadro de Picasso pero ahora puede apreciarse mucho mejor el llamado "cuadro fantasma".

Entre los años 1901 y 1904 se desarrolla lo que se conoce como el período azul de Pablo Picasso, donde claramente las tonalidades azules son la marca presente de obras monumentales y ya clásicos del arte contemporáneo, al mostrar las miserias humanas y cierto grado de compromiso social en retratar las penurias de su época. Hay lugar para trabajadores extenuados, mendigos, borrachos y prostitutas, entre otros.

La obra La habitación azul reveló- ante los rayos infrarrojos- un cuadro oculto al ojo humano, donde puede verse a un hombre con barba, frente amplia, y su cabeza apoyada en una mano que luce tres grandes anillos.

"Es, de verdad, uno de esos momentos que hace especial tu trabajo", dijo Patricia Favero, la conservadora de la Phillips Collection que logró la mejor imagen infrarroja hasta la fecha del rostro del hombre "fantasma". "La segunda reacción fue, bueno, '¿quién es?' Aún estamos trabajando en responder a esa pregunta".

Los responsables de The Phillips Collection de Washington están en plena misión de descubrir quien es el hombre que fue retrato por Pablo Picasso cuando el artista estaba en París, en su etapa "melancólicamente azul".