El hecho ocurrió en la localidad de Pilar, en el noroeste del GBA, donde un joven de 24 años discutió con esposa, la estranguló hasta desvanecerla y la encerró en una habitación donde continuó torturándola durante cinco días, golpeándola.

Allí estaban también dos hijos menores de la pareja, a quienes mantuvo a pan y agua durante ese período.

Las víctimas fueron liberadas gracias a que, al quinto día de cometerse el terrible hecho, la madre de la víctima llegó a la vivienda, causando la huida del atacante.

La mujer hizo la denuncia y la policía procedió a la liberar a la mujer y a sus hijos. Ya en la comisaría, la víctima de 22 años relató que su esposo la golpeó y amenazó de muerte mientras los tuvo cautivos.

Finalmente, el hombre fue detenido en una morada situada en el medio del monte a la vera del río Luján, donde efectivos de la DDI de San Isidro secuestraron una escopeta calibre 12.70 con pedido de secuestro desde 2004, con cuatro cartuchos de posta de guerra y uno antitumulto, un revolver calibre 32 con 5 proyectiles en su tambor, una "tuca" y picadura de marihuana.

La causa está caratulada como "violencia de género y tentativa de homicidio" y trammitada por la fiscal Carolina Carballido Callatatud, titular de la Fiscalía de Violencia de Género de Pilar del Departamento Judicial San Isidro.