El Arsat-2, segundo satélite geoestacionario de comunicaciones argentino, ya está siendo embalado en un contenedor en las instalaciones de la empresa estatal Invap, en Bariloche, para ser trasladado a Guayana Francesa la próxima semana, desde donde será lanzado al espacio en septiembre.

Un avión Antonov lo transportará hasta el aeropuerto de Cayenne, en Guayana Francesa y desde ahí será transportado por tierra hasta Kourou, donde será lanzado al espacio.

El presidente de Arsat, Matías Bianchi, expresó su satisfacción al contar con el satélite "listo y en condiciones de ser enviado al espacio a acompañar a su hermano mayor, el Arsat-1”.

El contenedor que protege al satélite de las vibraciones o impactos que pueda sufrir como consecuencia de las condiciones de transporte y almacenamiento, está compuesto por tres partes: una cubierta para aislar y regular las condiciones en su interior, un soporte suspendido donde se ubica el satélite totalmente integrado y una base que posee un sistema de resortes para aislar las vibraciones durante el transporte.

El ingreso del satélite al contenedor se completará mañana luego de finalizada la revisión de rigor, que hoy concluyó de forma exitosa y demostró que el satélite es apto a nivel sistema, que sus procesos están debidamente registrados y que no se verifican problemas abiertos.

“La finalización de las tareas de integración y ensayo de este segundo satélite implican un nuevo hito en la política satelital que impulsó el ex presidente Néstor Kirchner y continua sosteniendo nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través de la inversión del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios”, dijo Bianchi.

El directivo destacó que la empresa está acompañada en esta nueva etapa por la Aftic (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), y confió en que “seguirá comprometida en la prestación de servicios de telecomunicaciones de igual calidad para todos los argentinos".

Los principales ensayos ambientales a los que fue sometido son los de termo-vacío, acústico, de vibraciones, de compatibilidad electromagnética, de campo cercano por radiofrecuencia y de propiedades de masa.

Los resultados indican que los sistemas funcionan adecuadamente y que el satélite es apto para resistir las distintas condiciones a las que estará sometido tras su lanzamiento, cuando operará por 15 años en el vacío del espacio profundo.

Al igual que el Arsat-1, puesto en órbita el año pasado, el segundo satélite brindará servicios de televisión directa al hogar, transporte de señales de video, Internet, datos y telefonía IP.

Mientras que el primer satélite geoestacionario argentino de telecomunicaciones cuenta con una antena de banda Ku, que centra sus servicios en el territorio nacional, el Arsat-2 dispone de tres antenas, una desplegable que emite en banda C, y una desplegable y una fija (también llamada gregoriana) que lo hacen en bandas Ku.

El satélite fue desarrollado para brindar servicios de telecomunicaciones sobre el continente americano en tres coberturas: sudamericana, norteamericana y hemisférica.