El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) detectó las nubes de gas con formación estelar más distantes encontradas hasta ahora en galaxias normales del Universo temprano, lo que permite a los astrónomos empezar a ver cómo se construyeron las primeras galaxias y cómo despejaron la niebla cósmica en la época de reionización.

Según han indicado los expertos, se trata de la primera vez que pueden verse este tipo de galaxias como algo más que manchas difusas, gracias al telescopio ubicado en Atacama, en el norte de Chile. Así, el equipo liderado por Roberto Maiolino (Universidad de Cambridge), observó unas galaxias que habían sido vistas tan solo unos 800 millones de años después del Big-Bang.

Cuando las primeras galaxias se empezaron a formar, unos cuantos cientos de años después del fenómeno que dio origen al universo, éste estaba poblado por una niebla de gas de hidrógeno. A medida que empezaron a aparecer y a aumentar las fuentes brillantes –estrellas y cuásares alimentados por enormes agujeros negros–, se despejó esa niebla e hicieron al cosmos transparente a la luz ultravioleta.

"Se trata de la detección más distante hecha hasta ahora de este tipo de emisión de una galaxia 'normal', vista menos de mil millones de años después del Big-Bang", señaló el especialista italiano Andrea Ferrara, para quien "por primera vez estamos viendo galaxias tempranas, no sólo como pequeñas manchas, sino como objetos con estructura interna".