Científicos chinos de la Universidad de Zhejiang crearon una batería de aluminio y grafeno que se recarga en 1,1 segundos, mejorando ampliamente el tiempo que demoran las de litio, que superan las horas.

Se trata de un prototipo que es capaz de conservar sus ciclos de carga a lo largo del tiempo, y puede mantener el 91 por ciento de su capacidad original tras 250 mil procesos de cargado (contra los 1.000 ciclos de las baterías convencionales), según explicó el profesor Gago Chao del Departamento de Ciencia de Polímeros e Ingeniería.

La nueva batería posee películas de grafeno en su ánodo y aluminio metálico en su cátodo. Puede ser doblada, funcionar en temperaturas extremas, más precisamente entre -40° y 120°, y no explota al ser expuesta al fuego, según las especificaciones publicadas en Science Advances.

Si bien resulta un avance importante, por el momento estas baterías de aluminio-grafeno no serán competencia de las de litio que utilizan desde smartphones hasta automóviles eléctricos, ya que poseen una densidad energética poco favorable (la capacidad de almacenar energía es baja en comparación con su tamaño), y su desarrollo todavía es altamente costoso.