"El paracaídas no se abrió correctamente”, anunció oficialmente la NASA respecto a la segunda prueba del plato volador denominado Low-Density Supersonic Decelerator (LDSD), que desarrolla con el objetivo de un futuro ‘aterrizaje’ en Marte.

La nave fue lanzada desde un polígono de misiles de la Fuerza Aérea norteamericana en la isla de Kauai (Hawai), simuló un viaje a través de la atmósfera del planeta rojo elevándose a 37 kilómetros sobre el nivel del mar y lo liberó.

Estaba previsto que posteriormente el cohete acelerador lleve el LDSD hasta una altura de 55 kilómetros. En ese momento el paracaídas 33,5 metros de diámetro se desplegó con normalidad, pero no llegó a inflarse como se esperaba, cayendo al Pacífico.

El dispositivo está equipado con ese enorme paracaídas, dos veces mayor que el que llevó al Curiosity a Marte, para garantizar un aterrizaje exitoso de las cargas pesadas en la superficie marciana, incluyendo módulos residenciales y vehículos tripulados para el regreso a la Tierra.