Tuvo que salir el Instituto Nacional de Investigación Astronómica de Tailandia a desmentir las peores previsiones. En realidad, se trataba de un pequeño meteorito que se quemó al entrar a la atmósfera.

Pero el avistamiento y la posterior divulgación de imágenes de la bola de fuego sobre Bangkok causó no poca preocupación entre los habitantes de la capital tailandesa.