"Lo aparté y dije: '¡Algo está mal!'; y el doctor me respondió: 'No, él está perfectamente bien'. Entonces le grité: '¡No tiene nariz!'", relató Brandi McGlathery el momento que siguió a que los médicos le entregaran a su hijo recién nacido.

Eli, el bebé de Brandi, es uno de los 37 casos que existen en el mundo de bebés que nacieron sin nariz producto de una enfermedad conocida como "arhinia congénita completa", tan rara que se da en uno cada 197 millones de nacimientos.

El bebé nació en el South Baldwin Hospiltal de Alabama, Estados Unidos, el pasado 4 de marzo, y luego fue trasladado al USA Children's and Women's Hospital, donde comenzaron a hacerle todo tipo de estudios.

Al quinto día de internación, los médicos resolvieron realizarle una traqueotomía para que Eli respirara mejor, ayudando así al desarrollo de su sistema respiratorio, mientras continúa con cuidados intensivos.

Ahora, Brandi se puso en contacto con otras madres del mundo que pasaron por lo mismo y así iniciar una lucha para la recuperación de su pequeño Eli; una lucha en la que la ciencia médica recién da los primeros pasos.