Desde hace varios años que el potencial de las llamadas "células madre" viene siendo analizado y se las presenta como la posible cura para numerosas enfermedades y son clave para el desarrollo de tratamientos. 

La estructura del córtex cerebral- donde residen nuestras más complejas funciones- es la que más desarrollo evolutivo tuvo en el grupo de homínidos. 

A partir de las células madres, derivadas de la piel, un grupo de científicos observó cómo las mismas copian la estructura del cerebro. "Se denominan esferoides, y son unas bolitas de un milímetro de radio, cada una con un millón de neuronas dispuestas en las seis capas típicas del córtex cerebral, la sede de nuestra mente. También saben dotar a cada esferoide de una identidad cerebral, yuxtaponerlos y reproducir los complejos procesos de migración de uno a otro que caracterizan el desarrollo fetal, incluida la formación de circuitos funcionales", explican desde El País para referirse a la investigación realizada por los científicos de las universidades de Stanford, en California, y Harvard, junto a Boston. 

De esta forma los especialistas "han empezado a cultivar trozos de cerebro humano en una placa de cultivo" al impregnar "la superficie con un repelente de células para lograr que las neuronas naden libremente por el medio de cultivo, maduren y se asocien como esferoides, en grupos de a millón" y de esta manera empezaron a construir "una mente humana" fuera de nuestros cuerpos abriendo cientos de nuevas posibilidades en el campo de la neurología.