El asesinato de Víctor Jara es uno de los casos más emblemáticos de violación de derechos humanos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) ocurrido el 16 de septiembre de 1973. 

Jara se desempeñó como embajador cultural del Gobierno del presidente Salvador Allende y fue detenido tras el Golpe de Estado luego de tomar,  junto con otros estudiantes, la Universidad Técnica del Estado en Santiago.

Jara fue sometido a fuertes torturas por parte de altos funcionarios del Ejército, quienes lo asesinaron de 44 balazos, según lo indicado en  el informe forense.

Uno de los testigos que presenció el secuestro , el abogado Boris Navia, señaló que cuando apresaron al cantante le gritaban: "¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda!".

Y aseguró: ""Lo golpeaba, lo golpeaba. Una y otra vez. En el cuerpo, en la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía más al facho. De repente, el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente".

Recientemente seis jurados del tribunal Federal de Orlando, Florida,  declararon culpable a Pedro Pablo Barrientos Núñez por  los delitos de tortura y asesinato extrajudicial. del cantante Víctor Jara y ordenaron el pago a su familia de 28 millones de dólares.