En una escalada de tensión entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la prensa local; ahora se suma el hecho de que el portavoz y secretario de Prensa, Sean Spicer, revisó los teléfonos de sus colaboradores en un intento de hallar al responsable de las filtraciones a los medios.

Trump insiste con que los periodistas son  gente "deshonesta" y calificó a los medios de comunicación que lo atacan como "enemigos del pueblo". Además el mandatario decidió romper con la tradición de asistencia a la cena anual de corresponsales de la Casa Blanca a finales de abril. 

Tanto los medios Politico como la CNN citaron  "múltiples fuentes anónimas" para sus informes que siguen apareciendo lo que implica que, por el momento, la Casa Blanca no ha encontrado a su topo.