Edenor, la distribuidora eléctrica más grande de la Argentina, con un volumen estimado de 2,5 millones de clientes cautivos, amenaza ahora con su propia "disolución" de no concretarse el tarifazo efectuado por el Gobierno y que fue suspendido por diferentes medidas judiciales.

Esa situación de quebranto se produciría al "encontrarse sin ingresos operativos suficientes lo que, de mantenerse en el tiempo, impediría en el corto plazo hacer frente a los gastos de operación, los pagos de la energía eléctrica y/o los pagos relacionados al plan de inversiones".

Así lo señala la compañía en la Síntesis de Estados Contables Trimestrales al 30 de junio enviada este miércoles a la Bolsa de Comercio, en la que sostiene que "sobre los estados financieros al 30 de junio de 2016, ascendería a una pérdida neta adicional de $1.300 millones aproximadamente", con un déficit de patrimonio de aproximadamente $ 900 millones".

De persistir esa situación, "al final del presente ejercicio haría que la Sociedad se encuentre comprendida en la causal de disolución por pérdida del capital social", concluye Edenor.

No obstante, más que números fríos, parece que los números consignados por Edenor apuntan más a un fin meramente político: influir sobre la decisión que la Corte Suprema debe tomar sobre el tarifazo eléctrico y, al mismo tiempo, sembrar cierta alarma entre la opinión pública.