Ocurrió en Canadá, una sociedad donde uno presume que las diferencias se dirimen amigablemente. Pero el signo de los tiempos es la división entre las personas y la violencia como la única forma de resolver los litigios.

Una mujer decidió que no iba a hacerle casos a los pedidos de que se pusiera el barbijo a pesar de estar en un transporte público. Y no contenta con eso, escupió en la cara al muchacho que se lo reclamaba. Éste, totalmente enfurecido, le dio un empujón para echarla del colectivo que la hizo volar hasta la vereda.