Una grúa que trasladaba un barco hacía el río Lena, en la localidad rusa de Irkutsk, no logró soportar el peso de la embarcación y terminó cayendo al agua. Por lo menos, “cumplieron” con su misión.

Afortunadamente, el operador del vehículo de 50 toneladas se percató que la grúa estaba siendo arrastrada hacia el río y logró saltar justo a tiempo para salvarse de un fuerte golpe.

Después de varias horas de trabajo, finalmente la grúa fue retirada del río al día siguiente. Por su parte, el barco sufrió algunas averías.