Chris Lee Seaver, de 25 años, oriundo de Texas, Estados Unidos, se tomó una botella de whisky de 750 mililitros en tan solo 30 segundos luego de ser desafiado por un amigo, quien le aseguró que le daría 200 dólares si lograba su cometido.

De todas maneras, semejante ingesta de alcohol en tan poco tiempo tuvo sus consecuencias, hasta tal punto que el texano pensó que se moría. “Fue una locura, no planeo hacer eso otra vez. En un momento empecé a sentir calor y después frío. Sentía que me estaba muriendo”, dijo el texano en declaraciones al Daily Mail.

Según los expertos, beber una botella de alcohol demasiado rápido puede ser dañino y hasta incluso fatal, debido a la velocidad en que el alcohol llega al torrente sanguíneo.