Stephen Robinson, de 30 años, aprovechó las inundaciones en la localidad de Newcastle, Inglaterra, para darse un chapuzón. Cuando se disponía a saltar, un grupo de curiosos comenzaron a filmarlo y el hombre no tuvo otra alternativa que hacerlo. El problema fue que al adentrarse en el agua, su pierna pegó contra un tubo de drenaje y su tobillo se quebró por completo.

Robinson, queriendo sacar provecho de su grave lesión, demandó al Ayuntamiento de Newcastle por 17.000 libras -26.000 dólares-, alegando que se había roto el tobillo cuando un tubo de drenaje colapsó por las inundaciones repentinas.

Pero no todo salió como lo pensado, ya que los funcionarios, que ya habían pasado el caso a la compañía de seguros para pagarle al afectado, descubrieron el video en Youtube que mostraba a Robinson frente a una multitud para luego zambullirse en el agua.

Ahora, Robinson deberá pagar una multa de 600 libras -900 dólares- y hacer 200 horas de trabajo comunitario, luego de admitir el fraude por falsa demanda en la Corte de Magistrados de Newcastle.