Ya lo había hecho Charly García, dirán algunos. El músico argentino se lanzó desde un noveno piso, y metió un clavado en la piscina del lugar.

En este caso, los protagonistas de la hazaña utilizaron paracaídas, aunque se tiraron desde la Torre de Kuala Lumpur y con la precisión para aterrizar en una fiesta, que se encontraba en el techo de otro edificio.

Se trata de los paracaidistas John Van Horne, Matt Frohlich y Andy Lewis, que saltaron desde una altura de 335 metros, y volaron hasta zambullirse en la pileta de una terraza cercana.