Poppy, un cachorro de dos años, logró salvar la vida de Shannon Locke, gracias a su sexto sentido que le permitió alertarle a su dueña que iba a padecer un brote epiléptico, lo que le dio tiempo a acostarse en la cama y poder prepararse lo mejor posible.

El perro, que está entrenado para este tipo de situaciones, comienza a llorar y a saltar alrededor de la cama para avisarle a Shannon lo que va a suceder. Cuando la mujer comienza a tener el brote, Poppy la besa en la cara para absorber el exceso de salvia y así prevenir que se ahoge. Además, haciendo esto hay más probabilidades de que reaccione lo antes posible.

Shannon decidió grabar el momento para demostrarle al mundo lo que son capaces de hacer los perros y el valor que significa tener una mascota para ella. “Espero que todos puedan ver lo increíble que es mi perro. Sin él podría haber muerto, literalmente. Neil Powell es su asombroso entrenador”, escribió la mujer al compartir el video en Facebook.