Al parecer, la sociedad china tiene un respeto ilimitado por los ancianos, pero no parece ser la misma la situación hacia las mujeres, a la luz de lo ocurrido en un colectivo.

Todo comenzó cuando una pasajera se negó a darle el asiento a un hombre de edad, lo que causó la violenta reacción de otro pasajero, un hombre que la golpeó salvaje y reiteradamente ante varias personas que no intervenieron.