La empresa japonesa Tokyu Railway Corporation llevó a cabo una obra ferroviaria en la que trabajaron 1.200 ingenieros, que consistió en modificar la vía de subte que une las estaciones Shibuya y Daikanyama ubicadas en la capital del país. Para ello trabajaron durante cuatro horas seguidas y en altas horas de la noche para no interrumpir el servicio.


La obra ferroviaria se realizó el 15 de marzo de 2013 y consistió en convertir en subterráneo un tramo de la línea que pasaba por la superficie. En tan solo tres horas y media el trabajo ya estaba hecho, y más tarde se realizó una prueba de forma exitosa.