Los líderes de la famosa y temible mafia siciliana siempre acostumbraron cumplir parámetros de conducta y estilos de vida muy estrictos. Seguían un "código de discreción" que se traducía en viviendas modestas o en no comer nunca fuera de casa.

Solían ponerse trajes de Camorra y se comunicaban a través de notas de papel escritas a mano porque rechazaban el teléfono y cualquier otro uso de tecnología en la comunicación para no ser espiados.


Sin embargo, todo parece haber cambiado en Sicilia porque esos códigos están muy lejos de lo que pasa ahora. Los mafiosos que volvieron a surgir después de un corto período de tranquilidad tras la neutralización de la antigua "Cosa Nostra", presumen de su lujosa vida en las redes sociales y se comunican entre sí de manera pública. Incluso intentan atraer nuevos miembros.

Estos nuevos mafiosos se vanaglorian de ir a los mejores boliches, playas, restaurantes,  porque creen que así ganan más respeto, escribe el periódico italiano "L'Espresso", aunque asegura que lo único que se mantiene intacto es "la dedicación total a la causa de la familia.


Domenico Palazzotto, uno de los jefes de la nueva mafia en Palermo, se creó una cuenta en Facebook, donde bajo nombre falso presumía de sus vacaciones en yates, viajes en limusina, cenas y casas lujosas.

Las publicaciones también estaban llenas de insultos y amenazas, en particular contra la policía. En un video afirma que es "El Padrino" y la descripción de una foto de sus parientes dice: "La familia Carleone". Sus subordinados hacen los mismo y al ver todos los perfiles, hacen pensar que se inspiran verdaderamente en las películas sobre ellos.

De todas maneras, estas cuentas los hacen vulnerables porque los policías las registran y, de esta manera, logran detenerlos, a pesar del intento de esconderse bajo nombres falsos.

De hecho, el 23 de junio la vida lujosa Palazzotto fue interrumpida por policías, que realizaron en Palermo una redada a gran escala, llamada Operación Apocalipsis contra casi cien miembros de la mafia, 95 de los cuales terminaron en las cárceles.

Gracias a esta operación, la policía cree haber acabado con la nueva cúpula de la mafia de Palermo, al menos de momento. A ver si el joven Domenico se sube una "selfie" con el traje a rayas y los barrotes de la celda de fondo.