En uno de los barrios de El Cairo, la capital de Egipto, los inquilinos registraron el momento del colapso, que empezó con unas grandes grietas que se formaron en la fachada de hormigón.

Al sentir que las paredes comenzaron a temblar, los habitantes salieron a la calle. Y a los pocos minutos, observaron cómo el edificio se convirtió en una masa de escombros. Afortunadamente, nadie ha resultado herido en el incidente.