Un cortadito, el 'montoncito', che boludo, el codito. Todas las frases populares que tiene el habla cotidiana en la ciudad de Buenos Aires, reproducidas por un extranjero que se acostumbró a vivir en un determinado segmento social y que logró mixturar su acento 'yanqui' con los argentinismos.

"Viviendo en Buenos Aires, aprendiendo castellano, me di cuenta, me obsesioné, me enamoré del acento argentino, porteño. Cuando empecé a escuchar a los argentinos hablando me encantó, dije 'quiero hablar así', quería lograr que un argentino me entendiera y no se diera cuenta que soy extranjero", explicó en una entrevista.