Ocurrió en un McDonald’s de Minnesota, en Estados Unidos, donde un hombre lanzó comentarios racistas contra un grupo de jóvenes musulmanes y los amenazó con un arma señalando que lo habían tocado.

Aterrorizados, los adolescentes se quedaron dentro del local, aunque los empleados les pidieron que se retiraran a pesar de la amenaza a la que se enfrentaban.

Un cliente que observó lo sucedido les pidió a los empleados que dejaran quedarse a los chicos ya que el hombre se encontraba afuera del local con una pistola en su mano.