Un tatuaje es, en principio, para siempre. Por eso no alcanza sólo con elegir el motivo que nos represente sino que hay que encontrar al profesional que este a la altura del diseño.

El realismo es uno de los estilos más difícil y los rostros son complicados de replicar en la piel salvo que sea un especialista en retratos.

Aparentemente este hombre no dio con el profesional indicado.