Más allá de que la chica en medio de un ataque de nervios reproche haberle pedido que pare de cantar, la reacción violenta es claramente desmedida.

Por suerte otros pasajeros actuaron para mediar en una situación que estaba por irse a una pelea en un transporte público, una escena vergonzosa. 

Al ver estas imágenes, como sociedad debemos hacernos una pregunta, una autocrítica: el respeto a los mayores es un valor que de a poco se fue desgastando, en un contexto en el que los adultos mayores son víctimas del desprecio.

Si se tratara de una persona que utiliza algún tipo de reproductor a todo volumen, la molestia al resto de las personas sería bien evidente, además de una forma de faltar el respeto mucho más habitual.